Un día Dios llamó a todos los árboles a su presencia, ordenándoles que pidiesen alguna gracia, y les sería concedida.
Todos, en su momento fueron pidiendo: vigorosidad, belleza, frutos sabrosos, etc.
Al llegar al ombú, dice éste: - Quiero la más amplia y más densa de todas las sombras; quiero ser el amigo de los caminantes, el símbolo de la hospitalidad y que mi carne sea esponjosa y frágil para que se quiebre a la menor violencia.
- ¿Por qué? - preguntó Dios, - Si todos quieren ser fuertes
- No deseo señor que mis gajos y mi tronco puedan servir, un día, para crucificar a un justo.
LENDAS - BRASILEIRAS. CENTRO DE TRADIÇOES GAUCHAS, Livraria Pluma, Pórto Alegre